En este recopilatorio encontramoscaras Bcomo Me lo dijo un ángel o Reality, hasta ahora no disponible en formato digital; Hipopótamu Llambionótamu, única canción infantil de Nacho Vegas, compuesta en 2016 para un disco colectivo; o No me voy a Marte, que celebra el vigésimo aniversario de Ecologistas en Acción.
También se pueden escuchar variaciones de canciones como Brujita o Lluz d’agostu en Xixón, versión en asturiano de la canción del mismo título; o directos tan recientes como los de La última atrocidad, con Cristina Martínez de El Columpio Asesino, y La pena y la nada, registrados en enero de 2020 en el Circo Price de Madrid. También se incluyen íntegros los EP Cómo hacer crac y Canciones populistas, que por primera vez se publica en formato CD.
El álbum se completa con seis composiciones inéditas: Oro, salitre y carbón, que abre el disco tomando su título, Lyrica, El ruido y las estrellas, El Carmín de la Pola y las ya publicadas como avance del recopilatorio, Arriba quemando el sol y Fabulación.
Más allá de su contenido, este álbum es un cambio de ciclo, el último disco que Nacho Vegas edita con Marxophone y el comienzo de su camino con Oso Polita.
Pero en ningún modo puede ser el final de Marxophone porque el concepto de fondo de este “artefacto”, que nació en 2011 como plataforma de autoedición discográfica, sigue vivo en la forma en que Nacho Vegas entiende el proceso de publicar canciones: como un esfuerzo colectivo de un equipo de trabajo cuyas relaciones se sustentan en el respeto, la confianza y el afecto.
Más allá del nombre que se le ponga a la forma en que los discos se construyen y llegan a la gente, hablemos de auto- edición o de relaciones sello-artista; más allá de los tropiezos y los aciertos de la última década, no se puede hablar de final
porque Marxophone no es tanto los discos que se han publicado con el logotipo de la M como la forma en que se ha trabajado y la voluntad de seguir aplicando unos determinados principios. Nos llamemos como nos llamemos.
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